En las últimas décadas los países de América Latina han registrado profundas transformaciones demográficas, como la disminución de la tasa de crecimiento y el progresivo envejecimiento de la población. Esta evolución responde a la acelerada baja de la fecundidad y al descenso sostenido de la mortalidad.
A mediados del siglo pasado, la tasa de crecimiento anual de la población regional era de 2,8%, mientras que en la actualidad es de sólo 1,2%. De acuerdo con las proyecciones de la CEPAL, seremos 656 millones en 2025 y 707 millones en 2040.
Actualmente la región todavía disfruta del llamado bono demográfico, que significa una reducción de la tasa de dependencia entre las personas potencialmente inactivas (de 0 a 14 años y de 65 años y más) y las personas potencialmente productivas (de 15 a 64 años).